lunes, 18 de agosto de 2008

Viaje a las Seychelles: Introducción

Todavía no se bien el porqué de la decisión de viajar a las Seychelles. No es uno de esos destinos que hayamos tenido en mente nunca, o al menos hasta hace apenas unos meses, cuando por casualidad y en una visita al " FITUR'08 " de Madrid, descubrimos el Stand de este país.

La experiencia el año pasado en " ILHA GRANDE "en Brasil nos dejó un grato recuerdo. Supongo que recordando este lugar, nos apetecía descansar y hacer actividades diferentes a las que estamos acostumbrados desde que comenzamos a viajar.

Lo que comenzó como una propuesta de viaje de 8 días se convirtió en 17 días en total, pasando por las tres islas principales (Mahé, Praslin y La Digue).

Quince días en total en la República que nos supieron a demasiado, porque el tiempo no nos acompañó en todo el viaje. Y cuando digo todos los días, son TODOS. Ni un sólo día pudimos dejar atrás el viento y la lluvia que parecía regar por aspersores las islas. Tuvimos pequeños momentos de sol y de falta de agua, en los cuales, poseídos, hacíamos fotos para aprovechar una mejor un luz y un paisaje sin lluvia.

La verdad es que es muy frustrante encontrarte en una isla paradisiaca, con unas playas y selvas que pocas veces podrás ver en la vida y todos las noches, acostarte, pidiendo un mejor día para la mañana siguiente.

Puedo decir que nos salvó el buceo. BENDITO BUCEOOOOOO!!! Pudimos hacer 10 inmersiones en las islas principales. Vimos mucha fauna, adquirimos más experiencia en las técnicas y sobre todo, pasamos ratos muy divertidos. Lo malo: la visibilidad. Muy mala en esta época del año.

Si el tiempo es bueno, las rutas de Trekking son una buena opción para los que somos más inquietos, porque lo cierto es que a nivel cultural , no existen demasiadas actividades en estas islas. El entretenimiento viene más de las actividades sobre todo deportivas (buceo, snorkell, wind surfing, ciclismo, pesca deportiva, trekking...) y para los que les encanten las playas, logicamente Seychelles es un buen destino.


Dicen que allí están las playas más bonitas del mundo. Nosotros podemos atestiguar que, sin duda, tiene que ser así.