Buenos días apañer@s:
Os voy a contar un cosilla que nos ocurrió a mi cuñada Susana y a mí el pasado sábado.
Sábado, 20 de febrero de 2010: Quedamos Víctor y yo con mi cuñada Susana (y mi sobri, que nació 1 semana antes que el churumbel). El plan era pasar un día de "chicas van de compras y principalmente hablan de bebés, como madres primerizas que son".
Decidimos ir al Centro comercial de La Gavia (Vallecas-Madrid).
PRIMER ACTO: Nosotros llegamos antes para hacer unas compras en IKEA y luego vernos con las dos chicas (Susana+Angela).
10:30: Llegamos al parking del IKEA. Aparco mientras me voy preguntando que voy a hacer para llevar a Víctor. Decido llevarme el portabebés y meterlo en un carro y así hacer la compra. Si hubiera ido a comprar un paquete de galletas suecas, hubiera ido tan feliz con su carro, pero la idea era volver cargada.
Cojo al canijo en su porta bebés y me doy cuenta de dos cosas:
- Con lo pronto que es y hay que ver cuantos coches hay.
- No ha carros en el parking. Tendré que entrar dentro a preguntar.
Entro por la puerta de SALIDA, justo donde están las cajas. Cargada con los casi 8 kilos del peque y los que pese la "Maxicosi" me dirijo a un vigilante para preguntarle donde narices están los carros. "En el fondo de este pasillo". "Cómo?. Taaaan lejos?" Pregunto a la vez que gruño...
Decido ir a información y preguntarles por algún carro más cercano y me dicen que me acompañan. Afortunadamente, no como el vigilante, se da cuenta de que voy cargando como una mula y me ayuda a recorrer todoooooooo el pasillo hasta la puerta principal donde una chica me coge los datos (nombre y DNI) y me da un carro con un portabebés. Siento allí a Víctor y la "Maxicosi" la dejo dentro del carro.
Hasta ahí todo correcto, incluído la zona para cambiar a los bebés que en el IKEA es muy completa.
Subo y bajo por medio de ascensores mientras el canijo alucina con las vueltas que mamá da comprando compulsivamente (al final metí la pata en varias cosas. Esto de no saber sueco....).
Llego a las cajas,. Me coloco tras un hombre que va muy cargado. Al poco tiempo me dice que me adelante y que pase yo por caja porque tiene que esperar a alguien y cuando voy a hacer eso mismo, se persona una "tipa" y me dice que ella va antes porque ha dejado ahí su cesta. El hombre me dice que es cierto. Yo pienso: "Joer, la próxima vez hago yo lo mismo, dejo el carro y me voy a comprar. Y luego, zaaas, voy y vuelvo a la cola como si nunca me hubiera ido." Por no tener problemas le digo que OK y como una garrapata se me coloca delante supernerviosa y empieza a pasar sus cosas mientras el de atrás empieza a farfullar con otro hombre la mala suerte que tiene que me ha dejado pasar y ahora podría ser él, el siguiente. "Madre mía que gente. Dónde se ha quedado la educación..."
Pago y me reuno con Susana. Le digo: "Cuñaaaaaaa, quedaté con Victor y Ángela aquí". Yo me llevo el carro al coche, ahora me reuno con vosotras y lo devolvemos".
Pero cuando voy a salir por la puerta, otro vigilante me corta el paso mirando con una cara como si acabara de robar la Joya de la corona y hubiera mutilado y finalmente asesinado a un autobús lleno de escolares.
"No puede salir con ese carro"-me dice. Yo me quedé asombrada y no supe ni que contestarle. Así que mientras iba encendiéndome y comenzando a quemarme, vuelvo a donde están todos y nos vamos a la puerta principal para dejar el maldito carro. Así que movimos todo el chiringuito: cuñaaa, con su carro, el carro de Ikea con la compra y Víctor en la maxicosi.
Cuando llegamos entrego el carro y me pregunto: "Qué hago con la compra? La sujeto entre los dientes y la llevo así al coche?. Le digo entonces a una chica:" Te importa que coja una bolsa? (la típica amarilla del IKEA). Sólo para llevar esta compra al coche..." Me dice: NO. Y creo que viéndome tan agobiada, me dice: "Mira, lleva todo en este carro". Y me da un carro del CARREFOUR. Jajaja, los del IKEA con un carro del Carrefour robado en plena puerta principal. De risa...
Así que voy al coche, dejo todo y cojo el armazón de mi carro, lo meto dentro del carro del Carrefour y vuelvo a la tienda.
Cuántas facilidades, verdad? No entiendo a que juegan en IKEA cuando prestan un carro con portabebés para hacer la compra y luego no te dejan llevarla al coche. Qué haces con ella? Te la comes?
SEGUNDO ACTO: Después de unas compribiris decidimos tomar algo y luego ir al restaurante para comer de verdad. Aprovecharemos ese momento para dar de comer a los niños.
Llegamos a un "Cañas & Tapas". Toooooooodas las mesas vestidas para comer, pero tooooooooodas vacías...
Le pedimos al camarero un lugar para tomar algo y sino recuerdo mal le dijimos que pudiéramos poner los carros y dar de mamar a los dos bebés. Y nos señala la barra con sus asientos altos.
No alma de cantaro, no... Un lugar tranquilo para dar de mamar al niño, no un potro de tortura donde me caiga en el pezón la espuma de la cerveza que sirven en la barra. Que sólo faltaba que los niños se pusieran a fumar y jugar al tute...
Se queda pensando, como si no hubiera mesas vacías y va al encargado a preguntarle, para que le ayudara a resolver tan dificil galimatías. Este ser que dice llamarse camarero, se va a buscar a otro ser y directamente pasan de nuestro careto y del de nuestros hijos, dos bebés de menos de 4 meses.
Vale, pues nos vamos... Y llegamos a otro bar, con la misma cosa. Nos vuelve a señalar la barra y le decimos si es posible que nos sentemos en las mesas de la terraza. Y nos dice que dentro mejor. Yo miro dentro y le digo: "Por mi no hay problema. Pero con dos carros te tapono todo el local. Creo que mejor fuera...".
Y se me queda mirando como alelada. Se produce un silencio que para mí significó: "Pues entonces buscaté la vida por otros lugares". Y fue el "acabose". Comencé a enfadarme y le dije a Susana: "Vamonos cuñaa, que encima parece que nos están haciendo un favor".
Al final, la camarera (no tengo claro si era madre ó no, pero lo que se es que de educación poquita) nos dijo que si nos venía bien una mesa al fondo. Yo transigí porque Susana estaba más calmada, pero por mí se hubierna comido con patatas sus mesas (por cierto, vacías), sus sillas y sus camareros..." "Me siento en el suelo como si fuera una acampada hippie y saco la teta y tan a gusto..."
A veces me da vergüenza la poquita educación que tenemos aquí. Está claro que afortudamente no es todo el mundo, pero a veces te das cuenta de que mucha gente va a lo suyo... Y sino era para que viérais los quiebros que hacía la gente para pasar por delante los carros ó las colas de gente que teníamos que dejar pasar porque no había manera de moverse con los mamotretos y nadie te cedía el paso.
Así fue toda la tarde...
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Mañana nos vamos a Londres. Ya os contaré... Estoy como loca por irme con mis dos chicos.
Cuidáos mucho y miles de Kisses...