La amistad de Alex y Mari Jose

Llevo mucho tiempo queriendo hacer este post, pero nunca he encontrado el momento o la inspiración. Hoy, buscando fotos de mi marido y yo juntos, para el diario del bebé, he llegado hasta varios archivos con fotos de Alex y de Mari José. Y he dicho… ahora o nunca.

Este es el momento!!!

Esta pareja ha significado mucho para nosotros en estos años. Se puede decir que son nuestros únicos amigos. Únicos y grandes amigos. Esa clase de amigos de la que no tienes que estar colgado al tfno para conservar la amistad, que puedes pasar semanas sin saber de ellos, pero que sabes que están ahí y que tú, igualmente estás para ellos. Esos amigos de los que se te puede olvidar un cumpleaños y nunca se enfadaran o a con los que puedes estar totalmente en contra de sus opiniones, pero nunca verás en ellos un gesto de rechazo. Gente que te escucha, algo tan raro en estos tiempos, y sobre todo nunca juzgan.

Alex y Mari Jose en el viaje de Asturias Nochevieja 2006

(un poquillo más jovenes, jejeje)

Para nosotros son gente muy especial y hemos aprendido tantas cosas con ellos… La verdad es que les debemos mucho. Nos han apoyado en muchas ocasiones y han venido a nuestro encuentro cuando lo hemos necesitado.

Alex, es el mejor amigo de Joa y por supuesto el mío también. Se sienten muy unidos y tienen cosas en común. A mi me hace mucha gracia oírles hablar cuando salimos de viaje los cuatro juntos. Mari José y yo, acabamos sobadas en los asientos traseros del coche, pero ellos no paran de hablar. Les escucho hasta que me vence el sueño…

Alex con toda su paciencia, enseñándonos a rapelar

De él hemos aprendido muchas cosas. Nos hemos iniciado en muchos deportes gracias a este "culo inquieto": rappel, esqui de fondo, barranquismo… Lo que nos falta es tirar de ellos para que acaben buceando, pero se resisten… Es un "maestro" con mucha paciencia y cariñoso. Y por supuesto no todo iba a ser en él físico, porque este hombre tiene un fondo moral entrañable.

Y qué voy a decir de Mari José? Que siempre está ahí. Da igual cuando la llame, pero siempre está dispuesta a soportar mis paranoias y a darme consejo. Yo siempre la digo que estoy dispuesta a prestarle la misma ayuda, pero ella es dura como una roca…

Marijosé y yo, sonriendo después de un barranco...

Cuando hablo con ella me reconforta como tiene solución para todo. Y si no la tiene, simplemente me relaja saberme escuchada por ella.

A ellos les debemos también, en parte el amor por el campo y la naturaleza...

Espero, chicos, que esta amistad continué para siempre. Sólo quiero agradeceros que estéis ahí. Nos sentimos muy afortunados de contar con vosotros.

Sois geniales, rústicos...

Un besote